miércoles, 30 de marzo de 2011

Política y Social Media. Se buscan votos en las redes sociales.


Hace ya más de un siglo el político estadounidense Abraham Lincoln dijo: “Si quieres ganar un adepto para tu causa, convéncelo primero de que eres su amigo sincero”. En España quedan pocos meses para volver a poner a prueba esa amistad. Este año se celebran elecciones municipales y autonómicas en gran parte de las Comunidades españolas y como cabe esperar las redes sociales estarán en el punto de mira de todos los candidatos y sus partidos. Pese a que durante las pasadas elecciones generales de 2008 el protagonismo de las redes sociales fue incipiente, sin duda el 2011 será el año en el que todas las organizaciones políticas y sus candidatos tendrán que estar.

En concreto, sobre estas últimas elecciones planeó entre los votantes la impresión de haber asistido a una presencia en Redes Sociales de tipo oportunista. Es decir, la mayoría de los perfiles de los partidos políticos y sus representantes fueron creados apenas un mes antes de las elecciones (su uso fue percibido como algo forzado y poco natural) y además, tras los comicios, la mayoría de ellos quedaron desactualizados. Aunque en mi opinión, el gran error de fondo que cometieron muchos de nuestros políticos al acercarse a este tipo de medios sociales fue considerarlos únicamente como un apoyo a la campaña electoral. En ningún momento se plantearon que en  redes sociales las campañas circunscritas a períodos de tiempo concretos tienen poco sentido. En su lugar, la conversación de los políticos con los ciudadanos debería permanecer y ser constante en el tiempo: antes, durante y después de las campañas electorales.

Junto a esta oportunidad  perdida de hacer “campaña permanente” que se vivió en 2008, otros preceptos que las agrupaciones políticas también pasaron por alto fueron los de identidad, visibilidad y confianza. A los políticos les faltó personalidad en la red (al no tener claras qué facetas debían mostrar), adecuación al medio y sobre todo conversación.  Mirando hacia el futuro, que pasará por las próximas elecciones de mayo, los candidatos que de verdad  se planteen encontrar en las redes sociales simpatizantes dispuestos a confiar su voto deberán, en primer lugar, mostrar “sus respetos” hacia el canal. En concreto, respetarán las normas de funcionamiento interno tanto tácitas como expresas presentes en estos entornos sociales.  El político será muy cuidadoso con sus mensajes (la red tiene memoria); nunca se erigirá en estrella del lugar y por lo mismo tampoco limitará ni se rebelará ante las críticas. Las redes sociales son igualitarias y soberanas, por lo que: si los partidos se adaptan a ellas y respetan su funcionamiento, éstas se volverán eficaces herramientas de comunicación; mientras que si por contra estas formaciones tratan de controlar, coartar y dirigir su rumbo, se encontrarán con que por su propia naturaleza estos mismos medios sociales se interpondrán en su camino.

¿Volverán a cometer nuestros políticos los mismos errores del pasado, o sabrán aprovechar esta vez la oportunidad?

Plataformas como Facebook, Tuenti, Youtube y este año también Twitter nos darán la pauta para conocer cuál es la percepción del electorado sobre el comportamiento de todos esos políticos que a buen seguro desembarcarán en el canal dentro de unos meses (si es que no lo han hecho ya) en busca de simpatizantes y votos. 

Publicado en mi columna de reflexi-on.es en Febrero

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