lunes, 28 de marzo de 2011

Spiderman en Internet

“Un gran poder exige una gran responsabilidad”.  Llevo conmigo esta moralina de los comics americanos desde que la escuché. El tío Ben cambió la vida de Peter Parker (Spiderman)  con ella y  a mí me sirve para concentrarme cuando pienso en cómo y qué hacer para situar más cerca de la Excelencia a las empresas de mis clientes y también la mía. Mi lugar en Adesis -como Socio y Responsable de Desarrollo de Negocio -me lleva casi a diario a pensar en esta dirección, pero sin duda, el verano representa para muchos empresarios y directivos el momento propicio a la hora de hacer balance y reflexionar sin verse sometidos o frustrados por las presiones y necesidades del día a día.
Durante estas vacaciones, mis reflexiones estivales han girado en torno  a la necesidad que tenemos en las empresas de ser cada día más eficaces. En mi opinión, las organizaciones que se dedican a hacer una y otra vez lo mismo, siempre son aquellas que más lejos están de alcanzar la Excelencia empresarial. Por esta razón, aunque en la búsqueda de nuestro particular Dorado se abren múltiples caminos, he preferido centrarme en aquellos dos senderos por lo que mejor podré guiar a mis clientes: la innovación y la tecnología (Internet). Hoy en día, la mayoría de empresas están presentes en el entorno digital. Sin embargo, como ya apuntamos en “Al Everest con chanclas”, el problema radica en que muchas de ellas actúan a través de acciones puntuales, aisladas y que pocas veces responden a una verdadera estrategia global.
Esta presencia, todavía se debilita aún más cuando el objetivo principal por el que una organización ha decidido dar el salto a la Red es únicamente porque su competencia está también allí.  “¿Cuáles son los objetivos empresariales que pretende alcanzar mi compañía para un período determinado?” “¿Es apropiado el canal Internet para mi negocio?”; “¿puede el marketing online a través de sus diferentes herramientas ayudar a la consecución de mis objetivos?”;  De ser así, “¿Qué estrategia y acciones podría emprender en Internet para contribuir al beneficio de los mismos? Estas son bajo mi punto de vista las cuatro preguntas esenciales que debería formularse una empresa antes de lanzarse a la carrera de Internet. Para estar en disposición de responder a estas cuestiones, es necesario que las empresas conozcan también los posibles objetivos alcanzables en la Red y puedan valorar así su adecuación y coincidencia con respecto a sus propias metas empresariales.
Gracias a Internet, hoy en día las compañías pueden desarrollarse y generar reputación y posicionamiento de marca de forma conjunta con sus seguidores, estableciéndose una verdadera co-creación de marca entre la empresa y su entorno. También, son capaces de crear y orientar tráfico cualificado hacia sus propios soportes en la Red (web, blog, Redes Sociales etc) de forma no convencional y medir su  eficacia después; Además de atraer supporters hacia la marca, Internet también se convierte en un canal de apoyo a áreas funcionales de la compañía como ventas o atención al cliente y hace posible que podamos llevar a cabo una defensa estratégica de la marca, reaccionando de forma rápida y contundente ante posibles ataques o focos de críticas. Por último, en modelos de negocio basados en eventos, el entorno digital se ofrece como un servicio de valor añadido hacia el propio producto. Algunas de las herramientas más populares y efectivas en Internet son el SEO, SEM o SMO.
En definitiva, si el tío Ben estuviera presente, estoy seguro de que para él, tan sólo estarían haciendo un uso responsable de su poder, aquellos  directivos y empresarios que se planteasen desarrollar ventajas competitivas sostenibles en Internet, a partir de la propia asunción y mejora de sus objetivos empresariales. Además, si hacemos esto, también estaremos tejiendo nuestra propia tela de araña en Internet para ascender en el futuro y potenciar el engagement. Si aún no has vuelto de tus vacaciones o todavía estás en disposición de “meditar”, piensa en el Spiderman que llevas dentro.

Publicado en mi columna de reflexi-on.es en Octubre.

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